Somos una comunidad ecológica, cultural y espiritual, donde residentes y voluntarios viven juntos, basados en principios de no violencia. Este principio es fundamental para la búsqueda de la trasformación positiva del ser humano, cultivando valores que van más allá del concepto educativo material de la vida. Nuestras comunidades ecológicas, se componen de jóvenes, niños y adultos que desean desarrollar una vida basada en la sencillez y pensamiento elevado. Nos situamos en medio de la naturaleza, la cual mejora nuestro desarrollo como personas que añoran cultivar una conciencia ecológica acercando a toda la humanidad a una conciencia superior. Anhelamos colaborar he inspirar a las personas con ideales nobles de la vida, ofreciéndoles un lugar en el que puedan experimentar que es posible vivir felizmente en armonía con la naturaleza y con los demás. Cultivando el campo de manera productiva y sana, sin dañar los suelos de nuestra querida madre tierra, que al fin es nuestra dadora de salud